A través de la Sagrada Escritura, Dios se revela a sí mismo y a su plan de Salvación. Por el don de la fe, buscamos entender mejor su Revelación. Cuanto más entendemos, más fe tenemos.
En el Libro del Éxodo, uno de los libros del Pentateuco, Dios revela su nombre a Moisés y reestablece la Alianza, o el compromiso solemne de fidelidad entre Dios y los israelitas, su pueblo elegido.
Un día, mientras apacentaba a sus ovejas, Moisés vio un arbusto en llamas que no se consumía por el fuego. Cuando con curiosidad se acercó a esta extraña visión, Moisés oyó una voz que provenía del arbusto y le decía:
“¡Moisés, Moisés!… Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob… Ahora ve, yo te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas”. – Éxodo 3,4.6.10
Puedes imaginarte lo confundido que estaba Moisés. Entonces preguntó:
“Si me presento ante los israelitas y les digo que el Dios de sus padres me envió a ellos, me preguntarán cual es su nombre. Y entonces, ¿qué les responderé?”. Dios dijo a Moisés: “Yo soy el que soy”. Luego añadió: “Tú hablarás así a los israelitas: «Yo soy» me envió a ustedes”. – Éxodo 3,13–14
A través de este relato del Antiguo testamento, Dios comparte su nombre con Moisés, con los israelitas y con todo el pueblo. Dice: “Yo soy el que soy”. Al nombrarse a sí mismo “Yo soy”, Dios nos hace saber que solamente Él es el Creador y la fuente de todo lo que existe. Al revelar su nombre a Moisés, Dios también establece una relación personal con los israelitas a través de Moisés. Por lo tanto, Dios le revela a todo el pueblo que siempre está con nosotros. Dondequiera que estemos, Dios está.
Busquen y lean Deuteronomio 6,4–9. ¿Qué les pide Dios?
La Palabra inspirada de Dios
La Biblia o Sagrada Escritura es la Palabra de Dios inspirada. Esto significa que Dios inspiró o guió a autores humanos para que escribieran lo que Él quería revelar. Llamamos a esto inspiración bíblica. Los distintos escritores humanos de la Sagrada Escritura escribieron sólo las verdades acerca de Dios y su plan de amor para nosotros que Dios reveló para nuestra Salvación.
La Biblia contiene setenta y tres libros en su canon o lista oficial. Estos libros o escritos forman el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
ANTIGUO TESTAMENTO. A menudo, los cuarenta y seis libros del Antiguo Testamento se agrupan de esta manera:
- El Pentateuco. Los primeros cinco libros de la Biblia se llaman el Pentateuco, un término que significa “cinco recipientes”. Estos libros, que también se llaman la Tora escrita, cuentan cuando Dios se reveló a sí mismo y estableció la Alianza con el Pueblo Elegido, los hebreos o israelitas.
- Los libros históricos. Los dieciséis libros históricos cuentan cómo el pueblo de Dios algunas veces respetaba la Alianza y otras no lo hacía.
- Los libros sapienciales. Los siete libros sapienciales comparten consejos sobre cómo vivir la Alianza.
- Los libros proféticos. Los dieciocho libros proféticos le recuerdan al pueblo de Dios que deben ser fieles a la Alianza y que Dios siempre será fiel a ellos.
NUEVO TESTAMENTO. Los veintisiete libros del Nuevo Testamento se agrupan de esta manera:
- Los Evangelios. Los cuatro relatos escritos del Evangelio son el corazón de la Sagrada Escritura, porque Jesucristo es su centro.
- Los Hechos de los Apóstoles. Los hechos de los apóstoles cuentan la historia de la Iglesia primitiva.
- Las cartas del Nuevo Testamento. Las trece Epístolas o cartas de San Pablo nos ayudan a entender nuestra fe en Jesús y cómo vivirla.
- Las epístolas católicas. Ocho cartas más en el Nuevo Testamento también nos ayudan a entender y vivir nuestra fe.
- El Libro del Apocalipsis. Este libro final de la Biblia anima a los cristianos a permanecer fieles a Jesús cuando sufren a causa de su fe en Él.
¿Cómo describirías en tus propias palabras lo que es la inspiración bíblica? ¿Qué nos revela Dios en el Pentateuco? ¿En los Evangelios?
La Alianza
La historia de la Alianza comienza en el Libro del Génesis, el primer libro de la Biblia. Se va desarrollando con más y más detalle hasta el último libro de la Biblia, el Libro del Apocalipsis. Los siguientes son algunos pasajes destacados que se hallan en el Antiguo Testamento:
- Dios prometió que de los descendientes de Eva vendría uno que conquistaría al tentador, el diablo (lee Génesis 3,14–16).
- Dios hizo una Alianza con Noé y prometió que todos los seres vivos permanecerían por todo el tiempo que durara el mundo (lee Génesis 9,9–17).
- Dios le prometió a Abraham que sería el padre de un gran pueblo (lee Génesis 12,1–3).
- En el Monte Sinaí, Dios les prometió a Moisés y a los israelitas que Él sería su Dios. Ellos prometieron que serían su pueblo y que vivirían la Ley que Él les había revelado (lee Éxodo 19,4–6).
- Los profetas elegidos por Dios recordaron a su pueblo que vivieran la Alianza y anunciaron una Alianza nueva y eterna en el Mesías (lee Jeremías 32,36–43 y Ezequiel 37,26–28).
En el Nuevo Testamento, Jesús reveló que Él es el Cristo, el Ungido o Mesías, la Alianza nueva y eterna. En Él y a través de su obra todas las personas pueden vivir fielmente según la voluntad del Señor. En Jesucristo, se ha realizado la Alianza final de Dios con el mundo, por ahora y para siempre.
Aunque Dios se revela a sí mismo a través de la Sagrada Escritura y de la Sagrada Tradición de la Iglesia, sigue siendo un misterio más allá de nuestra plena comprensión. Le debemos nuestro culto a Dios porque es la fuente de todo. Debemos alabarlo y agradecerle por iniciar y mantener la Alianza.
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