Nuestra mente nunca podrá entender plenamente el santo misterio de Dios. Dios es semejante, y al mismo tiempo diferente, a cualquier persona o cosa que conozcamos. Dios es uno y hay un solo Dios. Es verdad y amor.
Podemos conocer algo acerca de Dios a través de nuestra razón. Por ejemplo, podemos saber que Dios existe. Sin embargo, no podemos entender plenamente quién es Dios por nosotros mismos. Necesitamos que Dios se nos revele a sí mismo. Necesitamos la Revelación Divina: Dios que se da a conocer a sí mismo y a su plan divino de creación y Salvación a través del tiempo. Por lo tanto, dependemos de que Dios se nos revele a sí mismo. Creemos que a través de la Palabra de Dios, Él ha hecho justamente eso.
Aquí hay algunas cualidades o atributos que Dios ha revelado acerca de sí mismo a través de la Sagrada Escritura:
- Fiel. Dios es el único que siempre es fiel a su pueblo (lee Éxodo 34,6).
- Verdad. La Palabra de Dios es verdadera, y todas sus promesas se hacen realidad (lee 2 Samuel 7,28 y Deuteronomio 7,9). Dios Hijo vino a dar testimonio de la verdad (lee Juan 18,37).
- Compasivo. El amor misericordioso de Dios es eterno y en su misericordia todos los pecados son perdonados (lee el Salmo 136; Efesios 2,4 y Judas 1,21).
- Amor. Dios es amor (lee 1 Juan 4,8.16). Dios nos ama con un amor eterno (consulta Jeremías 31,3). Además, Dios amó tanto al mundo que nos envió a su único Hijo (consulta Juan 3,16).
Dios reveló estas cualidades o atributos y muchas otras cosas acerca de sí mismo. Cada cualidad nos ayuda a conocer algo más acerca de Él. Dios se ha revelado como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¿Qué otras cualidades de Dios has aprendido?
La Santísima Trinidad
Dios también se ha revelado a sí mismo como el misterio de un solo Dios en Tres Personas Divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esto es lo que Dios es. Este es el misterio de la Santísima, o Bienaventurada, Trinidad. La Iglesia ha transmitido esta Revelación Divina en la Sagrada Escritura y en la Sagrada Tradición de la Iglesia. El misterio de la Santísima Trinidad está en el mismísimo centro de nuestra fe. Creer en Dios la Santísima Trinidad es esencial para la vida cristiana.
Muchos otros misterios de la fe tienen sus orígenes en este misterio de misterios. Por ejemplo, el relato de la familia humana comienza cuando Dios nos creó por amor, en un estado de santidad y justicia originales. En la Caída, a causa del Pecado Original, la humanidad perdió ese estado de gracia original. Con el tiempo, Dios Padre envió a Dios Hijo, que se hizo completamente humano. El Hijo fue igual a uno de nosotros en todos los sentidos, excepto el pecado, para que nos hiciéramos partícipes de su divinidad. El Padre y el Hijo han enviado al Espíritu Santo para que nos haga santos, o nos santifique. Nos reconcilia con Dios, que nos creó para que vivamos eternamente con Él.
En el plan de creación de Dios, los seres humanos ocupan un lugar extraordinario y único. La grandeza de cada persona descansa en esta verdad revelada:
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. – Génesis 1,27
Dios creó a cada persona con un alma. El alma lleva grabada la imagen de Dios y es nuestra parte espiritual más íntima. El alma es inmortal, nunca muere. Nuestra alma nos da la capacidad de participar de la vida de Dios para siempre.
¿Qué cualidades de una persona santa ven los demás en ti?
En el Hijo y a través del Espíritu Santo, Dios Padre revela el aspecto más profundo de quién es Dios. La Santísima Trinidad es un intercambio de amor eterno y perfecto. Cuando elegimos vivir como imagen de Dios, le hablamos a los demás acerca de su amor y lo amamos y glorificamos. En nuestra relación amorosa con los demás, reflejamos el amor dentro de la Santísima Trinidad.
Dios Creador
Las mismísimas primeras palabras de la Biblia comienzan con el amor de Dios:
Al principio Dios creó el cielo y la tierra… – Génesis 1,1
Si escuchamos cuidadosamente la Palabra de Dios revelada en el Libro del Génesis, aprendemos algo acerca de Dios Creador. También entendemos más acerca del mundo y de nosotros mismos. Aquí hay tres cosas que aprendemos acerca de Dios Creador y su Creación:
- “Al principio” significa que el mundo tuvo un principio. El mundo no siempre existió.
- “Dios creó” significa que sólo Dios crea. Sólo Él hace a todas las personas y a todas las cosas de la nada y, sin ninguna ayuda.
- “El cielo y la tierra” es otra manera de decir “todo lo visible y lo invisible”, como en el Credo de Nicea. Los ángeles, parte de la creación invisible de Dios, son seres espirituales que siempre glorifican a Dios. Ellos sirven en su plan de salvación para todas las criaturas.
En la creación, Dios revela su plan. Porque Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo son inseparables, son uno y actúan como uno. Cada Persona Divina de la Santísima Trinidad tiene un rol único. Dios Padre no sólo creó el universo por amor, pero también lo mantiene en existencia por su Palabra, el Hijo y por el Espíritu Santo, el Dador de vida. Por lo tanto, la creación es obra de la Santísima Trinidad.
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